La relación amorosa, por muchas cuestiones, ha sido el área más desafiante que vivido hasta el momento. Tuve que cruzar una "serie de eventos desafortunados" para llegar precisamente al tipo de relación que quería. Así que este post esta hecho desde mi experiencia y lo que he aprendido y entendido sobre el camino para encontrar a la persona con quien compartir tu vida.
Elegir estar con alguien no es sencillo, especialmente si estás buscando una relación de largo plazo. Puede ser que sea más fácil buscar algo casual hoy en día y por esa razón mucha gente cree que ya no existe la gente comprometida, nos hacemos a la idea de que sería más fácil jugar el juego de lo casual o incluso conformarnos con gente que realmente no nos está correspondiendo de la manera en la que sí queremos. Tal vez nos entra miedo al compromiso, al rechazo y esto me lleva al primer punto...
Define quién eres
El famoso amor propio es de las cosas más importantes para crear todo tipo de relación externa. La gente te ve y trata como tu te ves a ti mismo. La única persona que va a saber lo que te gusta, lo que no te gusta, lo que quieres permitir, tus valores, etc. Es tu mismo.
Date el tiempo para conocerte bien. Muchas veces entramos a una relación sin siquiera saber qué queremos o quienes somos y luego tras un tiempo, nuestra relación carga con ese peso. Permítete sanar lo que necesites sanar, crea pilares de valores que sostengan tu personalidad y tus acciones y después ten una pareja. Te puedo asegurar (porque a mí me ocurrió así) que esto va a atraer un tipo de persona que fortalezca esos pilares, en lugar de una persona que tampoco sabe ni quién es.
Ten muy claro qué es lo que quieres
Esto va ligado con el primer punto. Cuando nos damos un espacio para reflexionar en lo que nos gusta, en quienes elegimos ser y las acciones que tomamos en base a eso, podemos tener una claridad muy fuerte de lo que queremos en una relación.
Te pondré un ejemplo; yo no soy una chica que practica una religión al 100. En realidad, me gusta combinar un poco de una religión, otro poco de otra, tomar acciones basadas en ideas que hacen por así decirlo "mis propias creencias espirituales", y muchas veces me gusta hablar o relacionar eventos de mi vida con señales que Dios me está queriendo comunicar. Mis creencias espirituales son uno de mis pilares, y cosas como tener un diario de gratitud, hacer yoga, meditar, usar cuarzos, son acciones directamente para fortalecer mi espiritualidad. Por lo tanto, busqué una pareja con quien pudiera coincidir en ese aspecto.
En el momento en el que supe lo que quería, empecé a sentir desinterés en salir con personas con ideas completamente opuestas a las mías.
Una de mis frases favoritas en cuanto a la ley de atracción dice así; ¿cómo te va a dar el universo lo que deseas, si no sabes lo que quieres? El universo siempre está dispuesto a darte aquello que deseas, siempre y cuando estés muy claro de qué es eso. No pidas limones cuando sembraste semillas de manzanas.
Aprende a poner límites
Los límites son de las cosas más sanas dentro de una relación y es muy sencillo ponerlos cuando defines los dos pasos anteriores. A veces nos da miedo que una persona se vaya de nuestras vidas y por esa razón no ponemos límites y permitimos cosas que no nos gustan. Pero mi pregunta sería, si ya sabes quién eres y qué quieres, ¿por qué permitir que alguien destruya eso?
Ahora, una cosa es poner límites basados en tus miedos y en lo que quieres evitar. Ejemplo, si tienes miedo a que te sean infiel, y pretendes poner el límite de que tu pareja no pueda salir a eventos sin ti. Ese no es un límite sano, es nada más y nada menos que el reflejo de algo que no está trabajado en tu interior.
Los límites sanos son acuerdos establecidos por ambas personas, que anteriormente comunicaron y sirven para el crecimiento de ambos y por lo tanto de la relación. Si, en parte es para mantener "la paz" pero va más allá de solo tranquilidad. Es una oportunidad de cuidado, de respeto y de madurez emocional.
Ejemplo de un límite sano: cuando estamos en una relación, no significa que debemos olvidar la vida que tenemos fuera de ella. Cada uno tiene gustos, actividades, amistades y creencias diferentes; por lo tanto deben respetarse. Bajo ningún derecho se puede controlar al otro, al contrario, una relación está para sumar, para aportar y si tu pareja está haciendo lo opuesto, es ahí cuando se pide un límite.
En pocas palabras, aprende a comunicarte en todos los sentidos.
Aprende a comunicar contigo mismo. Hay días en los que de pronto me siento muy irritada con todo y con todos, pero es ahí cuando paro y me doy el tiempo para reflexionar por qué me siento así. Me he dado cuenta que la mayoría del tiempo se debe a que estoy a punto de entrar a mi periodo jajaja pero en algunas ocasiones me sentí así porque no comuniqué algo con una persona y me lo guarde. Son este tipo de prácticas las que debemos hacer para poco a poco crecer personalmente y en nuestras relaciones. La comunicación siempre va a ser base en una relación de pareja. Repite conmigo: nadie te va a poder leer la mente, ni el universo mismo.
Durante mucho tiempo pensé que era yo la que estaba mal o que había algo malo en mí. Me conformaba con salir con gente mediocre, creyendo que no podía haber algo mejor. En cierto aspecto, ¡si había algo mal en mí, pero por pensar de esa forma! Jajaja. Fue hasta que me tome el tiempo necesario para trabajar estos tres puntos, cuando comencé a conocer gente que si valía la pena. Definí mis pilares, descubrí lo que quería, tome acción en ello y cuando una persona se acercaba, ya tenía muy claro qué iba a permitir y qué iba a ser un límite. Le dije adiós a la gente que no quisiera respetarme y le di la bienvenida con confianza al que si quisiera ser parte de mi vida.
Suena fuerte y lo es. Es un camino con altos y bajos pero con los pies bien firmes en la tierra y de pronto te das cuenta que te rodeaste de gente que jamás pensaste que encontrarías. Encuentras a esa pareja que creías que solo existía en la ficción e imaginación y aunque al principio es irreal reconocerlo, es posible.
De pronto los sueños se cumplen y te das cuenta que todo lo que cruzaste, tuvo una razón de ser así.
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