top of page

La carta que todo padre debe leer...

Foto del escritor: Beca MarlansBeca Marlans

Actualizado: 31 ago 2021

El vínculo entre un padre y un hijo es uno de los más fuertes que conozco, lo veo en los humanos, en los animales, lo veo incluso con la propia naturaleza. Es por eso que hoy he decidido hablar desde la perspectiva como hija a todos los padres que leen esto.







Queridos padres...


Te agradezco que me hayas traído al mundo, porque sea como sea que lo hayas hecho, hoy estoy aquí gracias a ti. Entiendo que las decisiones que hayas tomado para que yo creciera fueron de acuerdo a lo que tu aprendiste de tu pasado -de mis abuelos-, no fueron ni buenas ni tampoco malas y sé que lo hiciste con la intención de que me convirtiera en una persona exitosa y grandiosa que siempre te imaginaste que sería.



¡Gracias! porque en tus ojos puedo verme con amor aún cuando tus acciones pudieron demostrarte lo contrario. Es un amor que no que no todos tienen la oportunidad de sentirlo y que me es imposible describirlo porque no soy padre, pero sé que es el amor que me ha alimentado, acogido y aportado, que día a día me mantiene firme y con una llama en mi corazón para seguir adelante.




Y es que debes entender que creceré, que tendré otros vínculos además del que tu y yo tenemos. Relaciones que quizá algunas no terminarán bien y saldré lastimado o lastimando gente. Pero debo aprender a entender mis emociones y solucionar mis problemas por mi propia cuenta, a pesar de que tu a veces quieras interferir. No te preocupes, seré más sabio de lo que era ayer y aún así me seguiré cayendo las veces que deba para poder llegar a mis metas, para poder tener las cosas que yo he deseado tener. Pero eso nunca te va a quitar tu título ni tampoco te hará ser menos en mi vida.


Yo sé que una parte de ti lo entenderá tarde o temprano y puede que otra parte de ti seguirá intentando controlar mis acciones como cuando era pequeño y no era consciente de lo que yo misma podía causar. Sin embargo, voy a necesitar que me sueltes y me dejes tomar las riendas de mi vida, pues lo contrario podría provocar que me aleje de ti. Tampoco se trata de que me des absolutamente todo lo que yo quiera, porque cuando te vayas, no sabré ser independiente de ti. Solo te pido que no me controles, sino que me enseñes para que cuando crezca como tú, sepa hacer las cosas de la manera correcta. Estoy segura que es difícil para ti verme crecer, verme construir poco a poco mi vida individualmente, que te gustaría que el tiempo se congelara y me quedara pequeña para siempre, créeme yo también lo pienso a veces jajaja.



Y no lo digo muy seguido pero quiero que sepas que siempre estoy y estaré admirando lo que haces, buscando la forma de cómo hacerte sentir orgulloso o tratando de obtener tu atención, a tal punto que puede convertirse en una de las presiones más grandes de mi vida.

Es probable que cuando sea adolescente, esas ganas de tener tu atención se manifiesten en algunas de mis acciones y comportamiento, como mis calificaciones, mis amistades, lo que decida estudiar o como decida ser con los que están a mi alrededor. Es ahí cuando más necesitaré tu empatía y tus oídos, que recuerdes lo que se siente ser un joven en pleno crecimiento. Aunque la gente piense que los adolescentes son pesados y no dejan entrar a nadie, estoy muy segura que si tú como mi padre o madre te acercas sin ninguna máscara, siendo 100% autentico y sin ningún tipo de juicio; me voy a abrir a ti y me voy a recargar de tu sabiduría para poder salir adelante, para poder encontrar soluciones. Y así te tendré como mi confiador más grande y será de los regalos más grandes que me podrás regalar en mi vida. Aprender de ti me servirá para crear mis relaciones con el mundo exterior, me dará la oportunidad de ser empático con los demás, de buscar una pareja y crear mi propia familia.


Es curioso como a veces pensamos que mostrándonos fuertes y duros es la única manera en la que se puede educar, que a base de fuerza y superioridad es cuando la gente puede respetarnos, cuando en realidad el respeto viene cuando existe la empatía entre unos y otros, y no solo te convierte en un gran padre sino también en un ser humano que ha vivido alegrías, dolor, miedos, pasiones... ¿Qué mejor que enseñarme el pasado para que hoy presente pueda tomar las mejores decisiones que formaran mi futuro?



En el momento que podamos compartir esa relación, me daré cuenta que puedo confiar plenamente en ti. Comprenderé que no tengo que probarle nada al mundo si me enseñas a aceptarme como soy y no como a ti te gustaría que yo fuera. Aprenderé que las cosas aunque no se vean como yo quisiera, no significa que estén mal.

Tu sabiduría se quedará como un legado, esa que sé que en muchas ocasiones la conseguiste a través de desveladas y sudor, a través de caídas y logros.



Por favor no temas en enseñarme tus duelos, tus aventuras, tus lecciones, quién eres en verdad; porque será sin duda un privilegio y te seguiré amando por lo que eres hoy para mí. Así yo también tendré la valentía de enseñarte quién soy, lo que me gusta y lo que no, lo que he aprendido y lo que me falta por aprender.

Por favor te pido también que no intentes cambiarme solo porque a ti no te gusta como soy, eso solo nos distanciara más. Permíteme ser escuchado, dame oportunidades de explicarte y enseñarte antes de que impongas tus propias creencias. Existirán cosas que podrás motivarme a cambiar porque sabes que no son buenas para mí y otras que deberás aceptarlas...



Solo recuerda que además de ser tu hijo, también soy un ser humano como tú.


Gracias.




¡Hey! No te vayas todavía, te puede interesar...

 




¡¡Mira los siguientes posts y la guía de meditación para principiantes!!


2914 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page