Sin duda darme cuenta de esto me funciono para convertirme en la persona que soy el día hoy. El miedo es algo con lo que constantemente lidiamos como seres humanos, es una de las luchas interminables dentro de nosotros. Pero sabiendo esto, mi lucha se convirtió en un trabajo en equipo.
Ser adolescente ha sido el mejor y peor momento de mi vida, aunque tampoco podría decir que he vivido tantos años como para catalogarlo como los peores o mejores años de mi vida pero si han sido de los más difíciles. Todos tenemos claro (seas adolescente en estos momentos o no) que los años de pubertad no solo son intensos porque nuestro cuerpo está en constantes cambios, sino que también iniciamos los años donde comenzamos a estar conscientes de nuestra identidad. Comenzamos a cuestionarnos y a hacer preguntas como "¿Quién soy?" y muchas veces si no es que todo el tiempo no sabemos contestarlas...
Empezamos a sentir nuevas emociones que nunca antes habíamos tenido, empezamos a estar conscientes de lo que socialmente está bien y actuamos conforme a lo que vemos en nuestros círculos sociales. Inician ciertas presiones, estrés, juicio y la más difícil, nos sentimos perdidos y solos...
Yo fui de esas que lo vivió quizá un poquito más intenso que algunos y menos intenso que otros, pero no te estoy escribiendo esto para comparar quién experimento más. En realidad te cuento esto porque cuando era adolescente pasé por varias situaciones emocionales, mentales, físicas y espirituales donde terminé odiándome a misma. Tuve problemas alimenticios, problemas de depresión, caídas, peleas, me desmotivaba incluso el pensar en hacer cualquier tipo de actividad y más cosas que con tiempo iré compartiéndote. Día con día era la misma pelea y el mismo sentimiento de vacío, y aunque en varias ocasiones intenté pedir ayuda, sentía que nadie iba a poder darme la solución para dejar de sentirme así. Si, llegué a tal punto de incluso pensar en que si acababa mi vida los problemas también terminarían y nadie más tendría que lidiar conmigo.
Finalmente después de unos meses, aproveche para tomarme un descanso de todo lo que me rodeaba y di con un taller que me apoyo a notar cuál había sido mi mayor enemigo y la razón por la cual me sentía fracasada:
Mi ego.
El fue mi mayor enemigo durante todos esos años que me sentía perdida.
¿Qué es eso?
En nuestra cabeza existe una voz que busca siempre mantenernos seguros, ahora esta voz no significa que sea buena o mala, a veces nos sirve para crecer y muchas veces nos perjudica. Es esa voz que nos cuida de que no nos pase algo malo tanto emocionalmente como físicamente, nos mantiene seguros. Es esa misma voz que nos cuida de no quemarnos con fuego y que también nos cuida de que lleguemos a fracasar peeero... normalmente al sentir que algo es "dañino" nos lanza estos sentimientos de inseguridad, desconfianza, ansiedad, juicio y pareciera que no existiera un poquito de valor interno dentro de nosotros.
Otro ejemplo es como cuando quieres una relación amorosa, pero el ego es quien procura evitar que nos vayan a romper el corazón y entonces nos ponemos a pensar en todas las variables que puedan existir en el futuro, hasta que mejor eliges no tener la relación porque tienes miedo o si la empiezas, terminas en situaciones como que te fueron o fuiste infiel, permites que te traten de forma indebida, etc.
¿Cuántas veces queremos algo y por miedo preferimos no hacerlo? o, ¿Cuántas veces dices que iniciarás un hábito nuevo, algo que te interesa obtener y luego de haberlo pensado dos veces, pierdes todo el interés? o peor... ¿Cuántas veces has dado por hecho que tienes un "después" seguro?
Bueno ya que sabes un poco de él... Te presento al ego, es importante que sepas que escuchar tu ego es de las cosas que más nos termina poniendo en situaciones que NO queremos en nuestras vidas pero existe una parte de este que nos mantiene vivos y sanos y en ocasiones nos ayuda a tener la mejor decisión dentro de algún suceso que estés viviendo. Para poder identificarlo en ti, requieres de algunos pasos que nos van a tomar algunos posts pero puedes empezar a seguir este paso:
Primero que nada vas a necesitar un cuaderno, un cuaderno donde puedas ir rastreando todo lo que vamos a trabajar juntos.
En las primeras hojas vas a escribir quien eres, tu historia, cómo te ves a ti mismo, tus virtudes y tus defectos, identifica tus sueños y escribe por qué esos sueños (no importa si es uno o veinte), escribe el impedimento que hay para si crearlos y de dónde inicia ese miedo o dolor. Quizá venga de algún suceso que hayas vivido, quizá viste algo que te hizo sentir así, o tal vez te darás cuenta que ni siquiera era un sueño o miedo tuyo sino el de una persona cercana a ti. Escribe todo, lo que ha dolido, lo que más alegría ha dado, absolutamente todo lo que se te pueda venir a la mente sobre ti.
Es posible que en este momento no entiendas bien la actividad pero poco a poco irá tomando forma... simplemente debes de confiar. Y si eres de esos que no confían, ¿no crees que es el mejor momento de soltar ese miedo y lanzarte como en gorda en tobogán?
¡Nos vemos la próxima semana!
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