Dar inicio a una meta u objetivo es una de las cosas que creemos que son sencillas hasta que nos encontramos con un desafío y las cosas se ponen difíciles, perdemos la motivación y renunciamos a ello, dejándolo atrás. Repitiendo esto una y otra vez debido a que nadie nos enseña la formula correcta.
Existe una formula dentro del marketing que todas las empresas usan, no conozco una que no lo haga y la verdad es que en cierto aspecto es muy muy efectiva. Consiste en hacernos creer que al tener lo que nos ofrecen -ya sea producto o estilo de vida- nos sentiremos como nunca antes nos hemos sentido. Y cuando hacemos caso a esto, cuando compramos eso que tanto pensábamos que nos haría sentir increíbles; en muchas nos llevamos una sorpresa al darnos cuenta que en realidad es todo lo opuesto o que nada cambió.
Verás, cuando tenemos metas en mente, estamos muy claros de cómo nos queremos ver al cumplirlas. Por un corto periodo nos emocionamos y nos sentimos inspirados, fuertes, ¡invencibles! Creemos en nosotros mismos. De pronto llega ese momento en el que nos empezamos a tropezar con el cómo. El camino empieza a tener muchas trabas, hay pequeños fracasos y empiezan las dudas de si valía o no la pena siquiera dar inicio a este sueño y todo se viene al suelo. Esa motivación que se sentía vívida, desaparece de un día a otro, la fuerza y la invencibilidad se convierten en duda y apatía. Inician las excusas, el miedo y pareciera que por más que hacemos todo lo que en el manual decía, no se obtiene el éxito esperado
¿Por qué?
Esto se debe a que tendemos a saltarnos un paso muy muy importante: el trabajo y la constancia mental y emocional.
Muchas veces estamos tan enfocados en lo que debemos hacer externo a nosotros. "Tengo que ir a comprar bla." "Debo invertir en bla." "Necesito gastar en bla." Y sí, el hacer es parte muy importante para cumplir nuestras metas, no tenemos una varita mágica que haga el trabajo por nosotros, pero a veces lo que está dentro de nosotros no está completamente preparado para llevar a cabo los demás pasos.
El trabajo mental / emocional
La responsabilidad, el ser comprometidos, congruentes, valiosos, el confiar en nosotros mismos, etc. Son pasos que nos saltamos casi todo el tiempo, cuando en realidad son los cimientos de absolutamente todo propósito que tengamos en nuestras vidas. Tener una relación amorosa, amigos, realizarnos profesionalmente, bajar de peso, subir de peso, tener una familia, etc. Todo lo que te puedas imaginar crece y se hace realidad cuando primero trabajamos en lo que está dentro de nosotros.
Si tú como lector tienes problemas de confianza tanto en ti, como en los demás y necesitas a alguien que invierta en tu negocio, ¿cuál crees que será el primer paso? Quizá pensarás que es conseguir a esa persona, pero en realidad trabajar en esa falta de confianza te permitirá no sólo obtener a ese inversionista sino te abrirá camino o muchas otras cosas en tu vida que quizá no te habías dado cuenta que estaban ligadas con este mismo tema. Puede ser que al trabajar la falta de confianza, también empieces a distinguir quién si es tu amigo y quién no, puede que consigas a esa pareja que tanto buscabas o tal vez puedes ya darte el permiso de poder bajar de peso sin pensar que tienes que hacer miles de horas de ejercicio que ni tenías por estar buscando al inversionista.
La constancia mental / emocional
A veces entendemos muy bien lo que es el trabajo interno, pero se nos hace muy fácil dar por hecho que trabajando una vez en ello... ¡puff! Desaparecerá de nuestra vida y nunca más tendremos que lidiar con ello. Cuando en realidad toma tiempo, esfuerzo y dedicación. Conocernos a nosotros mismos y sanar lo que en un pasado nos creo una realidad dolorosa, no es algo que se aprenda hacer de la noche a la mañana y así como cuando nos caemos en el hacer, también nos caeremos mucho en el ser porque al final no somos perfectos.
Pero si al día de mañana obtienes todas tus metas y dejas de darle mantenimiento a tus cimientos (tus creencias y tu personalidad), existe una gran posibilidad de que se derrumbe tu edificio de propósitos cumplidos. Es importante ser consistentes sin importar si te sientes ya bien o no.
En mi vida me he encontrado seguido con gente que aún obteniendo un logro grande, se siguen sintiendo solos, vacíos y parece que el sentido de obtener eso que tanto querían, se pierde. Incluso yo en ocasiones lo he llegado a sentir y es porque olvidamos que lo más importante es sentirnos bien con nosotros mismos. Ninguna casa, trabajo, fama, dinero, relación nos va a hacer sentir a largo plazo ese bienestar que tanto buscamos. La clave está dentro de nosotros y mientras más enfocados estemos en el Hacer= Tener, más lejos estamos de esa plenitud. No digo que sea fácil llevarla acabo, sin embargo la formula correcta es y será:
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